jueves, 14 de agosto de 2008

Hasta siempre, Vietnam

Amanece nuestro último día en Vietnam.
Todos los barcos que habían pasado la noche en la ensenada zarpan al mismo tiempo para dirigirse de vuelta a Ciudad Halong.


Durante el trayecto no habrá ninguna parada, ya que alrededor de las 11,30 h. el barco debe llegar al muelle para que embarquen los nuevos pasajeros. Hoy también nos respeta la lluvia y luce un sol esplendido.


Durante la navegación hacia Ciudad Halong podemos relajarnos en cubierta tomando el sol y contemplando la belleza incomparable de este lugar.




En el camino de vuelta pasamos junto a varios pueblos flotantes, cuyos habitantes viven fundamentalmente de la pesca.



A la hora prevista llegamos al muelle en Ciudad Halong y después de desembarcar nos llevan a comer a un restaurante en el mismo paseo marítimo, muy cerca del embarcadero. Al terminar de comer emprendemos el viaje de regreso a Hanoi, aproximadamente 3,5 horas de “placentero” viaje por la “autopista”.

Llegamos a Hanoi sin más contratiempos y nos dejan a todos en el local de Vega Travel. Tenemos el tiempo justo para comer algo y volver al hotel para recoger nuestras maletas y dirigirnos al aeropuerto. Una vez recogidas las maletas en el hotel, tomamos un taxi para que nos lleve a las oficinas de Vietnam Airlines. Desde allí salen los minibuses en dirección al aeropuerto. El precio son 35.000 VND por persona (aprox. 1,5€). Esta vez el viaje resulta algo más cómodo que cuando vinimos del aeropuerto y no tenemos que ir pendientes de que nos aplaste una montaña de maletas.

Llegamos al aeropuerto bastante pronto y todavía no está abierto el mostrador para retirar las tarjetas de embarque, así que somos los primeros en la cola. Al abrir el mostrador le pedí al amable chico que nos atendió si nos podía dar los asientos junto a la salida de emergencia. Afortunadamente, se portó muy bien con nosotros y tuvimos un vuelo bastante cómodo, ya que delante nuestra disponíamos de todo el espacio que quisiéramos para poder estar cómodamente sentados con las piernas estiradas, algo que en un vuelo de más de 12 horas es realmente de agradecer.

Con bastante tristeza decíamos definitivamente adiós al continente asiático, cuando bajáramos del avión a la mañana siguiente, estaríamos de nuevo en Europa. Nos quedaban por delante unas 12 horas de vuelo para llegar al aeropuerto de Frankfurt alrededor de las 6:00h. Después tendríamos una larga espera de más 6 horas hasta la hora de salida de nuestro vuelo a Madrid. Una vez en Madrid, a las 18:20h sale el tren que nos devolverá de regreso a Alicante.

miércoles, 13 de agosto de 2008

Navegando por la Bahía de Halong

El día amanece bastante claro y despejado, y desde nuestra habitación podemos contemplar los islotes que emergen de la bahía. Parece que hoy sí que podremos zarpar.

De repente, en pocos minutos el cielo se cubre de nubes y comienza a llover a cántaros como ya lo hiciera durante gran parte del día de ayer. Esto pinta bastante mal y si no para de llover el barco tampoco saldrá hoy, y para nosotros se esfumará la última oportunidad de navegar por la bahía de Halong, ya que mañana a las 23 horas sale nuestro avión de regreso a España.

Pero afortunadamente, tras una media hora de lluvia intensa, el cielo empieza a despejarse, deja de llover y las nubes desaparecen dejando paso al sol y a un día radiante. Así que a la hora convenida bajamos a la recepción con las maletas y nos dirigimos al embarcadero de donde parten los cruceros por la bahía. Parece que después de las inclemencias meteorológicas que hemos sufrido, por fin vamos a poder realizar ese soñado crucero por la bahía de Halong.

El barco no tiene mala pinta, carece de lujos pero no parece mejor ni peor que el resto de barcos que hay a nuestro alrededor. El camarote es bastante justo, no hay demasiado espacio para moverse, pero al fin y al cabo solamente vamos a hacer una noche.

Nada más embarcar comenzamos la navegación por la bahía y podemos contemplar de cerca los cientos de islotes que emergen de las aguas.


Apenas tenemos tiempo de dejar la maleta en el camarote y nos dirigimos al comedor. La comida consiste en un menú típicamente vietnamita compuesto fundamentalmente de pescado y marisco fresco. La comida está incluida en el precio de la excursión, pero las bebidas se pagan aparte.

Tras la comida nos dirigimos a visitar una de las numerosas cuevas que se pueden encontrar en los islotes de la bahía, en concreto se trata de la cueva de Hang Sung Sot. Es una de las cuevas más populares y visitadas y cuenta con tres grandes cámaras, en la segunda de las cuales hay una gran roca con forma fálica que es venerada por los lugareños como símbolo de la fertilidad.


Desde lo alto de la cueva hay una vista magnífica de la dársena natural que protege la entrada a la misma. Esta dársena suele estar siempre repleta de numerosos barcos turísticos.


Tras la visita de la cueva nos vamos a practicar el kayak. No muy lejos de la cueva hay un embarcadero flotante donde alquilan kayaks y canoas. El paseo en kayak también está incluido en el precio de la excursión. La experiencia del paseo resultó muy interesante y divertida, y menos agotadora de lo que nos esperábamos. El kayak te permite acercarte a los islotes y acceder a las lagunas interiores con las que cuentan muchos de ellos y que solamente son accesibles a través de pequeñas grutas excavadas en la roca por los efectos de la erosión del oleaje.


Antes de volver al embarcadero, ponemos la proa de nuestro kayak rumbo a la isla de Titop, cuyo principal atractivo es un mirador que se encuentra en la cima de la isla y al cual se puede acceder después de subir no pocos escalones. La subida resulta agotadora, más aun si cabe después de una hora dándole a los remos, pero el esfuerzo vale mucho la pena, ya que desde el mirador pudimos contemplar unas vistas panorámicas impresionantes con el atardecer de fondo sobre toda la bahía.
Después de contemplar un atardecer de ensueño sobre la bahía de Halong, vamos de vuelta al embarcadero para dejar el kayak.


Ya de vuelta en el barco nos dirigimos a una ensenada natural formada por varias islas y que es el lugar elegido por numerosos barcos turísticos para pasar la noche fondeados en ella. Antes de la cena no podía faltar un relajante baño en las cálidas aguas de la bahía. El baño nocturno con las luces de los numerosos barcos que nos rodeaban de fondo fue una de las mejores experiencias de nuestro viaje.
Pero lo mejor aún estaba por llegar. Después de cenar subimos a la cubierta superior del barco y nos tumbamos en un par de hamacas a contemplar el cielo de Halong iluminado por la luna y salpicado por cientos de estrellas. Después del mal sabor de boca debido a la lluvia del día anterior, no se nos podía ocurrir un final mejor para nuestro viaje por Camboya y Vietnam. Nos sentimos muy afortunados de poder estar en uno de los lugares más maravillosos y mágicos del mundo contemplando un cielo estrellado como nunca habíamos visto.

martes, 12 de agosto de 2008

Llueve en la Bahía de Halong

A las 8 h. estamos en la recepción del hotel esperando que venga a recogernos el minibús de Vega Travel para llevarnos a la Bahía de Halong. Nos llevamos únicamente la maleta más pequeña y la más grande se queda en el hotel hasta nuestra vuelta.

Con media hora de retraso llega el minibús a recogernos y una vez más somos los primeros y nos toca realizar el tour por los hoteles del barrio antiguo para recoger a nuestros compañeros de viaje. Después de pasar por varios hoteles, acabamos la ruta en la oficina de Vega Travel para recoger al último de los pasajeros.

Este último pasajero es una norteamericana de origen vietnamita que reside en Texas y habla un poco de español, su nombre es Bibi. Nada más subir al minibús comenta que ha estado hablando con la gente de la agencia porque en la Bahía de Halong está diluviando y es muy probable que el barco no pueda salir. A pesar de esto los de la agencia dicen que la excursión sale y emprendemos el viaje hacia la Bahía de Halong.

El trayecto hasta la Bahía de Halong dura unas 3,5 horas y la mayoría del viaje es por "autopista". Eso sí, nuestro concepto de autopista no tiene nada que ver con el vietnamita. Hay dos carriles para cada sentido de la circulación y ambos sentidos están separados por una mediana, pero la autopista atraviesa muchos pueblos y en esas travesías la mediana está abierta y los coches cruzan de un lado a otro o se incorporan por la mediana. Además de coches también puedes encontrar peatones o bicicletas cruzando la autopista. También es algo habitual en las autopistas vietnamitas encontrar en el arcén vendedores de frutas, pan o cualquier otra cosa, y por supuesto, vehículos que se detienen en plena autopista junto a estos vendedores para comprar.

Tal y como decía Bibi, a mitad de camino comenzó a llover y cuanto más nos acercábamos a la Bahía de Halong llovía con más intensidad. La cosa pintaba mal, pero todavía se podía poner peor, nada más llegar a Ciudad Halong el minibús pinchó una rueda. Menos mal que el pinchazo fue casi en la puerta del restaurante donde teníamos que comer.

Mientras comemos el conductor ha cambiado la rueda pinchada, pero no ha dejado de llover. El guía nos confirma que el barco no va a salir (algo que nos temíamos desde que salimos de Hanoi) y nos propone dos soluciones: volver a Hanoi y devolvernos el importe de la excursión o hacer noche en un hotel en Ciudad Halong y seguir con el programa el día siguiente si el tiempo mejora. Todos decidimos quedarnos menos una pareja que prefieren volver a Hanoi.

El guía nos dice que la agencia ha concertado un hotel en primera línea del mar al precio de 17$ por habitación. El hotel tiene muy buena pinta y además nos dan habitaciones en una planta alta, así que al menos podemos gozar de buenas vistas de la bahía, aunque con la lluvia no hay demasiado que ver.

Una vez que ya estamos instalados en la habitación recibimos una llamada del guía para decirnos que ha habido un error y el precio del hotel son 17$ por persona en lugar de 17$ por habitación como nos había dicho inicialmente. Una vez visto el hotel, aunque sean 17$ por persona el precio nos parece muy razonable. Más tarde nos enteraremos de que no todos opinaban igual, y a la mayoría de nuestros compañeros de viaje pagar 17$ por persona les parecía una barbaridad. Así que se bajaron todos a la recepción con las maletas dispuestos a buscarse otro hotel y se organizó un pequeño motín. El personal del hotel se negaba a devolverles los pasaportes y les dicen que las habitaciones las tienen que pagar porque ya las han ocupado durante un tiempo (no llegaría a media hora el tiempo que llevábamos en las habitaciones). Al final, después de una ardua discusión con el guía y el personal del hotel, la solución a la que llegan es que ellos pagarán 17$ por habitación y el guía asumirá el error y pagará de su bolsillo la diferencia.
El problema es que no todos hemos participado en el motín y ese arreglo es únicamente para los amotinados, el resto sí que debemos pagar los 17$ por persona.

Mientras estamos en la habitación vemos en las noticias de la CNN que ha habido inundaciones en la zona de Sapa. Hay muertos y muchos turistas han tenido que ser evacuados. Así que debemos escribir a casa y tranquilizar a la familia.

Alrededor de las 17 h. dejó de llover y aprovechamos para salir a dar una vuelta por el paseo marítimo de Ciudad Halong y de paso buscaremos un ciber para escribir a la familia.

Ciudad Halong se extiende por las dos orillas a ambos lados de la bahía de Halong. Hasta no hace mucho tiempo, la única forma de pasar de un lado al otro de la ciudad era utilizando el ferry. Pero el año pasado se inaguró un puente que une ambas orillas. Este puente se ha convertido en el principal hito urbanístico de la ciudad.


La ciudad carece de atractivo y de lugares de interés. Tiene muchos hoteles orientados fundamentalmente al turismo nacional, ya que la mayoría de turistas extranjeros que llegan para visitar la bahía de Halong pernoctan en los barcos. Es una especie de Torremolinos a lo vietnamita. A lo largo del paseo hay chiringuitos, restaurantes y un pequeño mercadillo de souvenirs.
También tiene una pequeña zona de hoteles baratos para mochileros y en una de esas calles encontramos una pastelería. Como no hemos comido demasiado aprovechamos para comprar unas cuantas cosas para merendar y así entretener un poco al estomago hasta la hora de la cena.

De vuelta hacia el paseo marítimo encontramos un ciber y aprovechamos para escribir unos correos y leer las noticias sobre las inundaciones en Sapa. En España ya estaban al tanto de las inundaciones y teníamos varios correos preguntando si estábamos bien. En el ciber nos encontramos con una de nuestras compañeras de viaje, Celine, una francesa que vive en Corea del Sur y que habla bastante bien español. Ella también está escribiendo a su familia para tranquilizarlos.

Al terminar, Celine nos dice si queremos acompañarla a uno de los chiringuitos del paseo marítimo, ya que ha quedado allí con el resto de los que vienen en la excursión para tomar unas cervezas.
En el chiringuito, además de nosotros, hay también varias mesas ocupadas por vietnamitas bebiendo cerveza. La cerveza más popular allí es una cerveza de barril de baja graduación que se elabora sin conservantes y tiene que ser consumida casi en el mismo día de elaboración. En Hanoi esta cerveza es muy popular y recibe el nombre de Bia Hoi. No es una marca, es el nombre genérico con el que se conoce a este tipo de cerveza. Otro factor que influye bastante en su popularidad es su precio, únicamente 4.000VND por cada caña (1 euro da aproximadamente para 6 cañas).

Después de más de 20 cañas, nuestros compañeros de viaje piensan que ya está bien de beber y es hora de comer algo, así que nos vamos a la zona de los hoteles baratos a ver si encontramos algún sitio donde cenar.
La oferta no es demasiado amplia y la cosa no pinta muy bien. Nos acercamos a un restaurante recomendado por la Lonely (el único recomendado en Ciudad Halong), pero parece que el local ha cambiado de dueño y, a pesar de que se encuentran allí todos los turistas que esa noche pernoctamos en la ciudad, nuestros compañeros de viaje piensan que es mejor buscar otro sitio.
El resto de restaurantes que hay por la zona son exclusivamente de vietnamitas, así que Bibi es la encargada de entrar en uno de ellos y entenderse con el personal. Al final la cena no fue para tirar cohetes y resulto bastante cara para lo que estamos acostumbrados a pagar en Vietnam.
Al terminar la cena, nuestros compañeros de viaje van a buscar algún sitio donde poder comprar una botella de alcohol para seguir la fiesta en las habitaciones, mientras que nosotros preferimos probar suerte en la pastelería que habíamos visitado por la tarde. Afortunadamente seguía abierta y pudimos comprar algo para cenar decentemente.

Después de ésto, nos volvemos al hotel a descansar, esperando que a la mañana siguiente el día amanezca despejado y podamos subir al barco.

lunes, 11 de agosto de 2008

La Pagoda del Perfume

A las 8 h. con puntualidad inglesa, llega a la puerta del hotel el minibús del Sinh Cafe a recogernos. Somos los primeros y tenemos que hacer una pequeña ruta por el barrio antiguo para recoger al resto de viajeros que nos acompañarán en la excursión.
Nuestros compañeros de viaje son tres jóvenes franceses y dos matrimonios de vietnamitas, uno de ellos con una hija adolescente, así que en total somos 10 pasajeros.

La Pagoda del Perfume se encuentra 65 km. al suroeste de Hanoi y es un complejo de pagodas y santuarios budistas construidos en las formaciones de roca cárstica del monte Huong Tich. El viaje en coche desde Hanoi dura aproximadamente unas 2 horas hasta el pueblo de My Duc. En el camino se atraviesan unos paisajes impresionantes salpicados de arrozales por todas partes y con las montañas de fondo.


Una vez en My Duc hay que coger una barca que recorre el río Suoi Yen para llegar a la Pagoda del Perfume tras un trayecto de una hora que atraviesa los acantilados de piedra caliza. Las barcas son metálicas y todas son llevadas por mujeres.



Durante el recorrido en barca pudimos ver a varios pescadores en plena faena. Para pescar no utilizaban redes, sino una especie de trampas con forma cilíndrica.


Una vez que se llega al final del recorrido en barca, hay una dura subida hasta la Pagoda del Perfume, que dependiendo de la forma física de cada uno, podría alargarse más de una hora.
Hay un teleférico que nos permite ahorrarnos la dura ascensión. El teleférico no está incluido en el precio de la excursión, el billete de ida y vuelta cuesta 70.000VND y el billete sencillo son 40.000VND.
Nosotros decidimos subir con el teleférico y bajar a pie. Las vistas desde el teleférico son realmente increíbles.



La Pagoda del Perfume se encuentra ubicada en el interior de una caverna. Todos los años, durante la fiesta de la Pagoda del Perfume, miles de budista realizan una peregrinación hasta la caverna para solicitar la absolución, buena salud y en el caso de parejas sin descendencia, un hijo.
La fiesta de la Pagoda del Perfume comienza a mitad del segundo mes lunar y dura hasta la última semana del tercero (normalmente coincide con los meses de marzo y abril).





En el camino a la Pagoda del Perfume se encuentran varias pagodas dedicadas a diversas deidades budistas. Los peregrinos deben ir haciendo paradas y ofrendas en cada una de ellas antes de llegar a la Pagoda del Perfume.


domingo, 10 de agosto de 2008

Hanoi, la capital de Vietnam

Hoy comenzamos el día con la visita al complejo del Mausoleo de Ho Chi Minh. Dentro de este complejo encontraremos varios edificios: el Mausoleo de Ho Chi Minh, la Casa sobre Pilares de Ho Chi Minh, el Palacio Presidencial, el Museo de Ho Chi Minh y la Pagoda del Pilar Único.

El edificio más importante y más visitado de este recinto es el Mausoleo de Ho Chi Minh. Se trata de un monumental edificio de mármol que alberga el cuerpo momificado de Ho Chi Minh. Para visitarlo hay que guardar siempre una larga cola, ya que se trata de un lugar de peregrinación para los vietnamitas, y hay que observar ciertas normas como vestir correctamente y mantener una conducta respetuosa. No se permite la entrada de cámaras ni otros dispositivos como teléfonos móviles.


La Pagoda del Pilar Único fue construida por el emperador Ly Thai Tong entre 1028 y 1054 y es un lugar emblemático de Hanoi. Esta delicada pagoda fue construida en madera sobre una única columna y está diseñada para parecer un loto en flor, el símbolo de la pureza, brotando en un mar de dolor. La pagoda se encuentra entre el Museo y el Mausoleo de Ho Chi Minh.


El Museo de Ho Chi Minh es un enorme edificio de cemento situado junto al Mausoleo. Relata la historia de la independencia de Vietnam a través de la vida de Ho Chi Minh. El museo contiene mucho material documental y fotográfico y está lleno de simbolismos difíciles de comprender.


Detrás del mausoleo se encuentra la Casa sobre Pilares de Ho Chi Minh, donde éste pasó algunas temporadas entre 1958 y 1969 cuando era presidente de la República Democrática de Vietnam. La casa es una versión lujosa de las viviendas tradicionales rurales y se conserva tal y como Ho Chi Minh la dejó.


El Palacio Presidencial es un magnífico edificio de estilo colonial que contrasta con la sencillez de la Casa sobre Pilares de Ho Chi Minh. Fue construido en 1906 como palacio del Gobernador General de Indochina. Actualmente se utiliza para recepciones oficiales y no se encuentra abierto al público.


En el entorno del Mausoleo de Ho Chi Minh se encuentran muchas mansiones del periodo colonial. En la actualidad, muchas de ellas albergan embajadas diplomáticas de diversos países.


No muy lejos del complejo del Mausoleo de Ho Chi Minh se encuentra el Templo de la Literatura, también conocido como Van Mieu. El precio de la entrada es de 5.000VND


El Templo de la Literatura es un ejemplo de la arquitectura tradicional vietnamita y se encuentra muy bien conservado. Sus cuidados jardines son un remanso de paz y tranquilidad entre el bullicio de Hanoi.
Fue fundado en el año 1070 en honor a Confucio y en él se estableció la primera universidad vietnamita para educar a los hijos de los mandarines.
El templo tiene cinco patios separados, los caminos centrales y las puertas entre ellos estaban reservados al rey, las pasarelas de un lado eran para los mandarines administrativos y las del otro lado para los mandarines militares.


El acceso al tercer patio se realiza a través de una puerta ornamental, también conocida como Constelación de la Literatura. Fue construida en 1805 para homenajear la brillantez del legado literario de Van Mieu. La parte superior está decorada con cuatro soles que se orientan hacia los cuatro puntos cardinales.


El tercer patio está dominado por un estanque cuadrado conocido como Pozo de la Claridad Celestial. A ambos lados del patio se guardan 82 estelas con los nombres, lugares de nacimiento y logros de los hombres doctorados allí entre 1442 y 1778. Las estelas son unas de las piezas más preciadas del templo y cada una de ellas descansa sobre una tortuga de piedra.


En el cuarto patio se encuentra Bai Duong o la Casa de las Ceremonias que alberga el ornamentado altar de Confucio. El altar se encuentra flanqueado por estatuas de grullas colocadas sobre tortugas, símbolo de buena suerte. El altar se utilizaba para realizar ofrendas al rey y a sus mandarines.



En el quinto y último patio se encuentra el antiguo Quoc Tu Giam o Academia Nacional, donde se exponen antiguos libros de texto e instrumentos de aprendizaje, además de las imágenes de tres emperadores de la dinastia Ly.



Después de la visita al Templo de la Literatura es ya la hora de hacer una pausa para comer, así que regresamos a los alrededores del lago Hoan Kiem y allí buscamos un restaurante.

Después de comer nos acercamos a la oficina del Sinh Cafe para reservar la excursión del día siguiente a la Pagoda del Perfume. A las 8 h. nos recogerán en la puerta del hotel y el precio 21$ por persona.

Tras reservar la excursión para la Pagoda del Perfume nos queda todavía pendiente la excursión a la bahía de Halong. Queremos hacer un par de noches en la bahía de Halong incluyendo algún trekking en la isla de Cat Ba. Para esta excursión tenemos buenas referencias de Vega Travel, así que vamos a la oficina y después de ver la distintas opciones que tienen nos quedamos con la excursión de tres días y dos noches, una noche en el barco y otra en un hotel en la isla de Cat Ba. Además incluye diversas actividades como kayak y trekking por el parque natural de la isla. El precio son 98$ por persona.

A la hora de reservar excursiones en alguna agencia de viajes hay que llevar mucho cuidado, ya que el barrio antiguo de Hanoi está lleno de "fakes". Por todas partes encontrareis oficinas del Sinh Cafe, pero el Sinh Cafe solo tiene dos oficinas en Hanoi, así que hay que fijarse bien en la dirección. Lo mismo ocurre con las páginas web, hay que saber cuál es la auténtica y no dejarse engañar. Aqui teneis varios fakes del Sinh Cafe: sinhcafe.com, sinhcafe.com.vn y sinhcafetravel.com. Y este es el auténtico sinhcafevn.com.

Una vez contratadas las excursiones para nuestros últimos días en Vietnam, nos encaminamos hacia el este del lago Hoan Kiem para visitar el Teatro de la Ópera y el Museo de Historia.

El Teatro de la Ópera fue inagurado en 1911 y su diseño se inspiró en la Ópera de París. Este edificio fue la principal construcción del periodo colonial francés, no sólo en Hanoi sino en toda la Indochina francesa.
Antes de la II Guerra Mundial, el teatro concentraba la vida cultural de Hanoi, pero con la desaparición del protectorado francés se fue deteriorando poco a poco.
En 1994 se recuperó del abandono en el que había caído y se reabrió tras un proceso de restauración.


El Museo de Historia se construyó en 1925 y supuso la aparición de un nuevo estilo arquitectónico híbrido, el indochino, que incorporaba elementos franceses, jemeres y vietnamitas. Tiene forma de pagoda octogonal y está pintado en color ocre.
Detrás del museo hay un parque con estatuas de diosas cham, leones jemer y dragones de estilo vietnamita.


Para terminar el día, tenemos entradas para el Teatro de Marionetas de Agua de Thang Long.
Hay dos tipos de localidades, las de 40.000VND y las de 20.000VND, nosotros compramos las de 40.000VND y estabamos en la segunda fila, pero el teatro es bastante pequeño y aunque uno se siente en la última fila, no se perderá detalle de la representación.
Las marionetas de agua son originarias del delta del río Rojo y tienen una antigüedad estimada de 1000 años. Las marionetas de agua son una de las expresiones más auténticas de la cultura vietnamita y originariamente se representaban en ríos, lagos y arrozales.
Escondidos tras el escenario y con el agua hasta la cintura, los titiriteros manejan las marionetas de madera al ritmo de la música interpretada por una orquesta tradicional. Los efectos especiales como dragones que escupen fuego, humo y fuegos artificiales, añaden vistosidad al espectáculo.
La mayoría de las historias que se relatan son cuentos basados en la antigua cultura campesina.

sábado, 9 de agosto de 2008

El barrio antiguo de Hanoi

Hoy nos levantamos sin prisa, desayunamos y hacemos las maletas.
A las 10:30 h. estamos en la recepción del hotel y puntualmente llega el minibús de Vietnam Airlines para llevarnos al aeropuerto. El precio del trayecto 40.000VND por persona. En unos 20 minutos llegamos al aeropuerto, facturamos sin problemas y a esperar hasta las 12:10 que sale nuestro vuelo con destino a Hanoi.


Sin contratiempos llegamos al aeropuerto de Hanoi alrededor de las 13:30 h. Para desplazarse a la ciudad hay un servicio de minibuses de Vietnam Airlines que se encuentran según se sale de la terminal, a mano izquierda. En este caso el precio del billete es de 4$ por persona, un poco más caro que en Hue, aunque también es cierto que el aeropuerto está más alejado. Antes de salir del aeropuerto el conductor del minibús demostró ser un hábil jugador de Tetris, pero en lugar de jugar con una videoconsola, lo hacía con maletas y pasajeros. Varias veces cambió las maletas y los pasajeros de sitio hasta poder encajarlos a todos, pero al final lo consiguió, eso sí, íbamos como sardinas en lata y vigilando las maletas que teníamos al lado para que no nos cayeran encima.

Una vez que llegamos a la ciudad iba dejando a cada uno en su hotel. Nosotros fuimos los últimos, ya que nos hubiera sido materialmente imposible salir del minibús hasta que no lo hicieron los demás pasajeros. Una vez en el hotel pagamos al conductor el importe del viaje 130.000VND, el precio convenido era 8$ x 16.000VND = 128.000VND, pero él quería 140.000VND, en otras condiciones no habríamos tenido inconveniente en dárselos (aunque el que decide el importe de la propina no es él sino nosotros), pero dadas las circunstancias del viaje con una montaña de maletas que amenazaban con caerse sobre nosotros en cada curva, no estábamos dispuestos y se organizó una pequeña discusión. El personal del hotel intervino y le dijeron al conductor que lo que habíamos pagado era correcto y que se marchara.

En Hanoi nos alojaremos 3 noches en el hotel Platinum II. El hotel fue inagurado hace unos pocos años y está bastante nuevo. La habitación no es muy grande pero nos han dado una planta alta y tenemos buenas vistas, además está todo impecable. El precio por noche con desayuno-buffet incluido es de 58$.


Una vez instalados en nuestra habitación nos dirigimos a los alrededores del lago Hoan Kiem para comer algo y a continuación vamos a recorrer las calles del barrio antiguo de Hanoi.
Aunque la mejor manera de tomar el pulso del barrio antiguo de Hanoi es recorrer a pie sus calles, esto puede resultar toda una odisea. Andar por las aceras es casi imposible, ya que no son excesivamente anchas y además se encuentran llenas de motos aparcadas, y andar por la calzada puede resultar peligroso para la integridad física del que lo intente. En todo Vietnam el respeto de los conductores hacia los peatones es nulo, pero en Hanoi creo que se encuentra bajo cero. De todas formas, uno acaba acostumbrándose a todo y después de 10 días en Vietnam, ya casi nada nos sorprende.


Volviendo al barrio antiguo de Hanoi, en el siglo XIII se establecieron aquí los 36 gremios de Hanoi, cada uno en una calle diferente. La mayoría de las calles del barrio antiguo se llaman Hang (mercancías) seguido del nombre del producto que se vendía en esa calle.
El recorrido por el barrio antiguo puede comenzar en el extremo norte del lago Hoan Kiem, donde se encuentra el templo Ngoc Son en una pequeña isla unida a tierra por el puente de Huc.



Sobre un islote en el extremo sur del lago se encuentra la Thap Rua o Torre de la Tortuga. Su imagen suele utilizarse a menudo como símbolo de Hanoi.


Justo enfrente del puente, cruzando la calle, se encuentra el Teatro Municipal de Marionetas de Agua de Thang Long. Aprovechamos que estamos allí para comprar entradas para la función del día siguiente.

En el recorrido por las callejuelas del barrio antiguo podemos encontrar negocios muy curiosos como las tiendas de lápidas, algunas de ellas con la foto del difunto, también está la calle de los herreros, la calle de los herbolarios, la de las tiendas de espejos, tiendas de altares y tiendas budistas, y la calle donde se vende el "dinero espiritual" (dinero de imitación para quemar en las ceremonias budistas).
En Vietnam tienen mucha popularidad los sellos. Hay una calle con varios comercios donde se realizan a mano y en poco tiempo podéis encargar un sello con vuestro nombre o con cualquier diseño que se os ocurra.


A lo largo de todo el barrio antiguo podemos encontrar vendedores ambulantes de todo tipo de productos, aunque predominan las vendedoras de frutas y verduras.


Durante el paseo por el barrio antiguo también podremos contemplar uno de los pocos restos de la muralla de la ciudad, la Puerta del Este, que se encuentra en muy buen estado de conservación.


Si nos dirigimos de nuevo hacia el lago Hoan Kiem, cerca del extremo sur se encuentra una calle poblada de elegantes tiendas de seda y muy cerca de esta calle se encuentra la Catedral de San José.

La Catedral de San José fue inagurada en 1886. Construida en estilo neogótico, su arquitectura es similar a la de cualquier catedral europea de la edad media. En su interior destacan su recargado altar, las vidrieras y los bajorrelieves. Cuando hay misa la catedral se pone hasta la bandera de fieles, incluso se sacan sillas a la puerta de la catedral y durante la misa las puertas permanecen abiertas de par en par para que los fieles puedan seguirla desde la calle.


En los alrededores de la Catedral hay muchos restaurantes donde se puede comer o cenar una vez terminado el recorrido por el barrio antiguo.